Hay ocasiones en que la lactancia materna se vuelve cuesta arriba con la aparición de algunas molestias, siendo la congestión mamaria una de las más comunes, afectando a gran porcentaje de las mujeres que se encuentran en este periodo.

La congestión mamaria es una hinchazón de los pechos que se da frecuentemente durante la lactancia materna. El tejido mamario se comprime impidiendo que el flujo de la leche salga con tanta velocidad, dificultando la succión del bebé.

Suele pasar cuando:

• Bajada de la leche.
• Luego de brotes de crecimiento del bebé.
• Al pasar muchas horas sin amamantar.

Síntomas:

• Pechos congestionados.
• Dolor.
• El bebé reclama o llora al pecho.
• Estrés: aumenta el cortisol y baja la oxitocina, generando menor contracción dentro de la glándula, lo que disminuye la salida de la leche.

Si te ocurre, ¿qué debes hacer?:

• Realiza un masaje al pecho, suavemente.
• Aplica frío. Puedes utilizar alguna compresa fría, hoja de repollo o algún paño frío sobre el pecho.
• Intenta poner a tu bebé al pecho o extraer (de manera manual o con extractor).
• Si no resulta la primera vez, tranquila, es esperable. Repite el ciclo y funcionará.
• Una vez descongestionado el pecho, aplica nuevamente frío local.