Cada vez existe una mayor oferta de protectores solares en el mercado, pero para obtener los resultados deseados no basta con utilizar el indicado sino que también es importante saber aplicarlo adecuadamente.
Esto cobra especial importancia, ya que exponerse a la radiación ultravioleta (UV) sin una adecuada protección puede tener graves consecuencias cutáneas. Entre las más graves se encuentra el cáncer de piel, enfermedad que se clasifica en tres tipos: carcinoma basocelular, carcinoma espinocelular y melanoma. Este último es el menos frecuente, pero es el que produce mayor mortalidad.
También está comprobado que la exposición solar genera otros tipos de alteraciones cutáneas, como quemaduras, envejecimiento prematuro y manchas en la piel.
Para prevenir todos estos efectos indeseados, es muy importante evitar la exposición en horarios “peak” (de 11:00 a 16:00 horas), usar sombrero, anteojos y ropa apropiada (manga larga y de tela de trama apretada), y utilizar adecuadamente los protectores solares.
Principales consejos
- Elegir un protector solar de ‘amplio espectro’ (contra los rayos UVA y UVB).
- Utilizar un factor de protección solar (SPF) sobre 30.
- Preferir los resistentes al agua y al sudor.
- Deshacerse de protectores vencidos.
- Reaplicarlo cada dos horas o después de cada baño en la piscina, mar o lago.
- En niños, usar estos productos desde los seis meses de edad y con factor sobre 50.
- Esparcir bien para cubrir todas las zonas expuestas.